su apego a la tecnología y su capacidad adaptativa, es natural tal reacción, como
en cualquier ser humano, ante una gran modificación de su estilo de vida. Como
menciona García (2020), en comparación con la educación presencial, el entorno
virtual podría limitar el desarrollo de los aspectos socializadores y emocionales.
De acuerdo a recientes investigaciones realizadas por Maturana (2015), Condyque
(2016), Pacheco (2017) y Vallejo (2019), se observa que el nivel de estrés va en
aumento a medida que los jóvenes ingresan a la educación superior media y
universitaria, indistintamente de las carreras que estudian, debido a que tienen que
afrontar la presión de los maestros, los trabajos académicos, el tiempo compartido
con otras actividades como las prácticas profesionales, la investigación, la
proyección y extensión universitaria, y la presión de los padres y amigos; por lo que
se ha convenido denominarlo estrés académico.
La investigación se orienta a identificar tres aspectos importantes a la hora de medir
el estrés académico: agentes estresores, síntomas del estrés y estrategias de
afrontamiento. Los agentes estresores son cualquier estímulo externo o interno que
de una manera aguda o crónica, puede ser percibido por el individuo como
importante, peligroso o potencialmente capaz de modificar su vida, provocando
una desestabilización en el equilibrio del organismo (Lucini y Pagani, 2012). Los
síntomas del estrés, son indicadores somáticos percibidos por los sujetos y expresados
como quejas, siendo los más habituales la fatiga, el insomnio, el temblor y dolores de
distintos tipos (Pérez, García, García, Ortiz y Centellenes, 2014). Las estrategias de
afrontamiento, son aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales que se desarrollan,
son descritos sobre el supuesto de que la aparición de una enfermedad, más o
menos seria, constituye una situación vital estresora para el sujeto, que le obliga a
procesos adaptativos (González, 2007).
Alfonso et al. (2015), define al estrés como la manera de reaccionar de una persona
tanto en forma física como emocional, cognitiva y conductual frente a ciertos
estímulos, en este caso de carácter académico, la importancia de su análisis radica
en las posibles consecuencias negativas de este, como el alcoholismo u otras
adicciones, que arriesgan el éxito académico de los estudiantes. Esta preocupación
no pasa desapercibida, pues existen más de 249000 investigaciones consultadas en