Importancia geopolítica del Corredor Ferroviario Bioceánico Central para Brasil

Geopolitical importance of the Central Bi-Oceanic Railway Corridor for Brazil

Yesica Peña-Ríos[1]

Idis Duarte-Barrios[2]

Manuel Forero-Garzón[3]

 

 

RECIBIDO: JULIO 7 2017

ACEPTADO: NOVIEMBRE 12 2017

 

 

 

 

 

Resumen

El presente artículo precisa la importancia geopolítica del Corredor Ferroviario Bioceánico Central (CFBC) para Brasil, que responde a su escuela geopolítica, en la que destacan la integridad e interconexión territorial, su salida al Océano Pacífico, su proyección al África, su visión de ser un actor global en el sistema internacional, entre otros. Se sigue los enfoques clásicos de geopolítica de Mahan, Mackinder, Haushofer y del nuevo postulado de Cohen, aplicados a la actual dinámica del sistema internacional y a los fines geopolíticos de Brasil que contienen áreas geográficas de valor estratégico para este Estado. Una vez finalizado este corredor, Brasil logrará su proyección al Asia-Pacífico (zona de disputa del poder global) y la interconexión de su territorio mediante el desarrollo de infraestructura. En conclusión, Brasil reafirma su pertenencia a una región geopolítica de donde nacen los poderes de segundo orden.

Palabras clave: Brasil, Corredor Bioceánico, comercio internacional y geopolítica

 

Abstract

This article addresses the geopolitical importance of the Central Bi-Oceanic Railway Corridor for Brazil, which responds to its geopolitical school, in which they emphasize territorial integrity and interconnection, its exit to the Pacific Ocean, its projection to Africa, its vision of being a global actor in the international system, among others. It follows the classic geopolitical approaches of Mahan, Mackinder, Haushofer and Cohen's new postulate, applied to the current dynamics of the international system and to the geopolitical aims of Brazil that contain geographical areas of strategic value for this State. Once this corridor is completed, Brazil will achieve its projection to the Asia-Pacific (area of global power dispute) and the interconnection of its territory through the development of infrastructure. In conclusion, Brazil reaffirms its belonging to a geopolitical region from which the powers of second order are born.

Keywords: Brazil, Bi-Oceanic Corridor, international trade and geopolitics

 

 

 

Introducción

El pasado 18 de septiembre, el Gobierno de Bolivia presentó las características y beneficios del megaproyecto del CFBC[4], que atravesará tres Estados, con la participación de Paraguay, Uruguay, Alemania, Suiza y el Reino Unido en temas de regulación, financiación y aspectos técnicos en infraestructura; además de la atención generada por el Gobierno de China con la viabilidad económica en las transacciones comerciales del territorio suramericano. El representante de ese Gobierno precisó que el corredor tendrá una extensión de 3755 km de línea férrea (con un recorrido de cuatro días), de los cuales ya existe un 85 % de vía férrea, con un costo que supera los 10 000 millones de dólares. Es el mayor proyecto de integración regional del siglo XXI que permitirá la inserción de la región en el comercio y la economía internacional.

Para los temas que desarrolla la ciencia de la geopolítica, este simple anuncio del Gobierno de Bolivia y demás participantes despierta una curiosidad estratégica, que es propicio desarrollar desde los postulados de la ciencia del Estado. Una revisión rápida de la evolución del sistema internacional demuestra la importancia geopolítica y geoestratégica que han tenido los océanos y mares para los diferentes hombres de Estados a la hora de alcanzar sus objetivos políticos. Los océanos son fuente de recursos, son vías de conexión, comunicación y proyección geográfica. El presente escrito analizará la importancia geopolítica del CFBC para Brasil, sustentado en los enfoques teóricos de Mahan, MacKinder, Haushofer y Cohen, mediante un análisis de estos con factores de la escuela geopolítica brasileña, como son la interconexión del Estado, la salida al Océano Pacifico y la proyección al Asia-Pacífico.

Este escrito está desarrollado en dos partes. La primera establece la relación entre los fines de la escuela geopolítica brasileña y la interconexión de los puertos de Santos e Ilo. La segunda analiza la proyección de Brasil hacia la zona geográfica del Asia-Pacífico, territorio de disputa del poder mundial. En conclusión, Brasil logra la integración de su territorio, presencia en áreas geográficas de valor estratégicos para sus intereses políticos y la salida al Océano Pacífico. Además, actúa como una potencia de segundo orden, propio de aquellos Estados que pertenecen a una región geopolítica.

 

El CFBC en la escuela geopolítica brasileña

Brasil es un caso de estudio propicio para la aplicación de los enfoques de la ciencia del Estado (geopolítica), en razón de su determinismo geográfico, ventajas comparativas y competitivas y las interrelaciones con las demás unidades del sistema internacional, que hacen de él un Estado desde el Tratado de Tordesillas (1494), pasando por su independencia atípica en 1822, y hasta la actualidad, potencialmente abanderado latinoamericano. Desde esta realidad geográfica y política, surge el tanque de pensamiento geopolítico de Brasil de convertirse en un actor decisivo en el ámbito regional con proyección internacional. Un representante histórico de la diplomacia brasileña que contribuyó a este fin político fue el barón de Rio Branco, al concebir a Brasil como un Estado con la capacidad de desarrollar los poderes nacionales[5] para su seguridad; este personaje centró su accionar en la consolidación de las fronteras del Estado y su ampliación al occidente.

Kelly y Child explican y analizan el perfil de la escuela geopolítica de Brasil, estableciendo cuatro áreas de valor estratégico. En la primera, resalta la importancia de los recursos del Amazonas, que incluye la desembocadura del Río Amazonas y los pasajes australes de Suramérica que lo proyectan a los desfiladeros del Atlántico y al Cabo de Buena Esperanza.  La segunda área comprende la posesión saliente de Brasil como acceso más cercano entre América y Eurasia. En tercer lugar se halla la abundante riqueza expresada en sus ventajas comparativas y competitivas, la tecnología en desarrollo y la consolidación de los altos niveles de producción interna de sus tierras. Por último, Brasil es un dirigente pivote geopolítico como agente estabilizador de las naciones del subcontinente (1990, pp. 130-150). Para determinar la importancia geopolítica del CFBC, se abordarán las áreas dos (proyección al Asia-Pacífico) y cuatro de los autores en mención; esta última en el apartado de proyección de poder de Brasil.

La trayectoria del CFBC[6] constituye la fusión de lo continental con lo marítimo al conectar, mediante un corredor, a los océanos Atlántico y Pacífico. Se confirma, así, la constante preocupación de los Estados y sus líderes políticos por el acceso y la utilización de los océanos y mares como fuentes de recursos naturales, vías de comunicación y proyección de poder; ejemplos de esta importancia estratégica son la construcción de los canales del Suez y de Panamá, y más recientemente, la intención de construir el canal de Nicaragua, entre otros. Además, la actual dinámica del sistema internacional ratifica esa importancia estratégica de los océanos y mares para las potencias de primer y segundo orden por el acceso a estos. Algunos ejemplos de esta realidad internacional son: Estados Unidos divide al mundo en siete comandos y a cada uno le asigna una flota naval; por su parte, China inició un programa de modernización de su Armada para contar con la capacidad de romper el cerco natural y político de sus mares; y en referencia a Brasil, tanto en su Estrategia de Defensa como en su Libro Blanco de Defensa de los años 2008 y 2012 respectivamente, se  resalta la importancia de su poderío naval, que cuenta con la capacidad tecnológica e industrial para la construcción de navíos de propulsión convencional y nuclear.

El almirante Mahan, quien hereda del Imperio británico la importancia de desarrollar una flota comercial apoyada y defendida por una flota naval, consideraba que los Estados Unidos debían garantizar la libertad de los océanos y poseer el control de los puntos estratégicos de rutas marítimas e interconexión de mares y océanos (1950). Otro pensamiento concordante con el de Mahan, es el del general alemán Haushofer, quien, durante su visita a Japón como agregado militar, afirmó que en el pasado, el Mar Mediterráneo había sido el centro del poder; que en ese entonces, lo era el océano Atlántico, y que en el futuro, lo sería el océano Pacífico (Dorpalen, 1982). Ya para 1970, la escuela geopolítica brasileña expresa la condición no solo continental sino también marítima de Brasil. El CFBC consolida esta última condición, es decir, Brasil ya ostenta una posición marítima natural sobre el Atlántico Sur, con 7408 km de frontera marítima que lo proyectan y conectan con África, Europa, el Mar Caribe, el Canal de Panamá, y con Asia, por el Cabo de Buena Esperanza, con el riesgo de navegabilidad de este último. El corredor ferroviario complementa esta condición marítima de Brasil al integrar la infraestructura de este Estado con la de Bolivia y Perú; además, en combinación con las carreteras transoceánicas y las vías fluviales, proyectan al país hacia la zona estratégica del Asia-Pacífico, que demanda materias primas o commodities, y donde se compite por el poder mundial. Este análisis será abordado y desarrollado en la segunda parte del presente escrito. Esta integración de vías de comunicación permite lograr el objetivo de otro pensador de la escuela geopolítica brasileña: Mario Travasso, quien sostenía que Brasil, mediante la modernidad de la industria y la tecnología del transporte, debería integrar las comunicaciones marítimas, terrestres, fluviales y aéreas, como un instrumento de integridad territorial y presencia de Estado, condición fundamental para su desarrollo (1978, pp. 42-43).

En particular, el trazo del CFBC enlaza los puertos de carga de Viacha, Puerto Suarez, Santa Cruz, Santa Ibáñez-Cochabamba, Oruro y López, de los cuales, dos son de importancia estratégica para Brasil: Santa Cruz (rica en recursos naturales y cercana a Brasil) y Cochabamba (zona minera y agrícola que genera una contribución del 15 % al PIB nacional) (Bolívia, 2018). De acuerdo con Travasso, el triángulo Sucre-Cochabamba-Santa Cruz de la Sierra debe ser una zona de interés para la geopolítica brasileña, porque en esta es donde se separan las cuencas de agua del Río de la Plata y de la Amazonía, y en conexión con la región de Mato Grosso, favorece la proyección continental de Brasil. Lo anterior, bajo la teoría de Mackinder, sería el Heartland. El geógrafo inglés consideraba a Suramérica con grandes potencialidades para tener una influencia decisiva en el sistema; es decir, quien controle gran parte de este subcontinente puede ejercer influencia y proyección de poder en áreas circundantes, sobre los principales escenarios económicos, políticos y ambientales (MacKinder, 2010, p. 318).

El CFBC y el Asia-Pacífico

Klare realizó un análisis sobre la alteración en el mando de Estados Unidos en el año 1999, al trasladar la Comandancia del Pacífico al Asia central, donde su frontera más relevante es la cercana a la frontera occidental de China; demostrando, de este modo, que los planificadores de la política exterior de la gran potencia fijan zonas de mayor interés geoestratégico y relegan a otro plano a zonas tradicionales como Europa central, el Sureste y cercano Oriente. Destaca entre estas nuevas zonas de interés, el mar de China meridional (2001, pp. 151-152). La anterior dinámica del sistema internacional coincide con la visión geopolítica del tablero euroasiático de Brzezinski, considerando que la geopolítica tradicional sobre esta zona geográfica ya no es el dominio continental, ni la dualidad de importancia del poder terrestre o el poder marítimo, sino que la ciencia del Estado ha pasado del ámbito regional al global, es decir, la preponderancia de todo el continente euroasiático es la base del poder global. Además, demuestra que China ya es un líder con aspiraciones de lograr una distribución de poder en áreas de relevancia estratégica (1998, pp. 47-52).

De otro lado, Cohen plantea un nuevo enfoque alterno a los tradicionales para entender la esencia y la dinámica de la geopolítica; considera que la esencia de esta ciencia es la diferencia de zonas geográficas, las relaciones espaciales y la interdependencia de los Estados que hacen presencia mediante la ejecución de sus políticas exteriores que persiguen objetivos políticos en zonas de interés estratégico; lo que conduce a determinar regiones de extensión global y regional. Un primer grupo lo comprenden las regiones geoestratégicas (Mundo Marítimo Dependiente del Comercio, El Mundo Continental Euroasiático y el Océano Indico), y un segundo grupo lo constituyen las regiones geopolíticas, que componen las regiones geoestratégicas y son donde nacen las potencias de segundo orden, con la intención de disputar el poder con las potencias de primer orden (1980). De acuerdo a la clasificación de este autor, Suramérica pertenece a la región geoestratégica del Mundo Marítimo Dependiente del Comercio, dominada por los Estados Unidos y donde Brasil es un actor activo en las relaciones de esta. 

 

Dentro de esta lógica de la realidad internacional y el reacomodo geopolítico presentes en el actual sistema internacional, el CFBC sitúa a Brasil en el escenario de Eurasia, centro de disputa del poder global, donde China es el gran actor con la intención política de ser, para el año 2049, la principal potencia del mundo; para ello, necesita acceder a los recursos naturales que le permitan mantener y aumentar sus niveles de producción y la conquista de mercados. Esto explica el perfil de la política exterior de los Estados Unidos, que fija como el gran competidor y rival a disputar el poder mundial, a China.

Brasil y China, desde el año 2012, han establecido una alianza estratégica; comparten participación en foros y conferencias multilaterales como el G-20, Cooperación sur-sur, son miembros de los BRICS, Brasil hace parte del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, y desde el 2009, China es el principal socio comercial de Brasil, desplazando a los Estados Unidos y a la Unión Europea.

De hecho, las naciones que integran Latinoamérica históricamente son actores estratégicos significativos para los Estados más importantes del mundo; gran parte de los productores latinos venden bienes y servicios, alcanzando para el 2018, un 6.7 % de cuota en el mercado global (Banco Interamericano de Desarrollo, 2019). En particular, Brasil es el país que se destaca en la región por el buen comportamiento de sus exportaciones de productos energéticos, metales y bienes agrícolas, frente al aumento progresivo del consumo interno con importaciones de origen asiático, europeo y americano. Para China, el vínculo generado con Brasil se atribuye al interés de las dos naciones en la óptima gestión de las cadenas de valor entre las zonas de América y Asia, garantizando el flujo constante de mercancía y el fortalecimiento de la coalición comercial internacional que asegura la posición geoestratégica de los dos países.

De acuerdo con cifras estadísticas del Ministerio de Comercio Exterior de Brasil (Brasil, 2019), como principal país destino de sus exportaciones, se encuentra China, con una participación del 50.97 %, representado en una variación del 6.83 % en los períodos 2017 y 2018 en su volumen de exportación, comportamiento que es tendencia en las cifras registradas durante los años 1997-2018, particularmente en lo concerniente al bloque de Asia: China, Hong Kong, países de ASEAN, Japón, Corea del Sur, India y Singapur.

 

Figura 1. Exportaciones brasileñas por bloques 1998-2018. Elaborada con base en datos estadísticos del Ministerio de Comercio Exterior de Brasil (2019).

 

Los principales productos comercializados son la soya, el algodón, el café en grano, la celulosa, el hierro y el almidón de maíz. Específicamente, en el bloque asiático y China, muestra un desarrollo progresivo constante de 85 735 715 692 US$ y 65 404 432 933 US$ respectivamente. Las zonas restantes: Japón, Corea del Sur y países del Sudeste Asiático, tienen el mismo comportamiento, aunque en menor proporción: una tasa promedio del 10 %.

Todas estas relaciones políticas, económicas, financieras y comerciales convierten al CFBC en un punto más de interconexión internacional de importancia estratégica para Brasil por el dinamismo de su economía y política, facilitando el enlace al comercio internacional de la nueva ruta de la seda marítima de China; le permite observar y analizar organizaciones del Pacífico (Alianza del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, entre otras), mayor movilidad de sus productos hacia esta región geoestratégica, proyectarse a la zona de disputa global donde las potencias de primer y segundo orden (Estados Unidos, China, Japón,  India, Rusia, Corea del Sur y Singapur) compiten por el dominio de mercados, acceso a recursos, por alianzas comerciales y estratégicas, por el acceso a rutas de interconexión intercontinental, por mejorar su competitividad, por ser un actor activo y con poder decisión en el escenario económico, político, comercial y financiero internacional.

 

 

Conclusión

El presente artículo precisó la importancia geopolítica del CFBC para Brasil. Esta interconexión es expresión de la identidad geopolítica de Brasil al conectar los dos océanos (Atlántico y Pacífico) mediante una vía férrea, que es el complemento de otras redes de infraestructura que integran carreteras y vías fluviales; lo que conduce a otro fin de esta escuela geopolítica: la integración del territorio nacional de Brasil a través de una combinación de redes de comunicación, donde zonas de producción de bienes quedan dentro de la esfera del Corredor Bioceánico y con proyección al Asia-Pacífico, centro del comercio internacional.  Además, el Corredor Bioceánico conduce a Brasil a las zonas estratégicas de Santa Cruz, Cochabamba y Sucre, que son denominadas por los teóricos de la escuela geopolítica brasileña puntos clave en el Heartland suramericano, consolidando su condición continental y marítima.

La proyección geopolítica del CFBC al Asia-Pacífico, centro del comercio mundial que comprende Estados que demandan ingentes recursos naturales para su industria, que adelantan políticas de integración con el propósito de conquistar mercados, que establecen alianzas para restar poder político de sus competidores, que tiene a China como ese jugador geoestratégico con la capacidad de incidencia en las decisiones globales y que es un centro de atracción para las potencias de segundo orden. Brasil, el Estado más representativo geopolíticamente de América Latina, hace parte de una región geopolítica (donde nacen los poderes de segundo orden), la cual se caracteriza por su intención de ser un actor activo, decisivo e influyente en las dinámicas económicas, financieras, políticas y comerciales del actual sistema internacional. Esta presencia y proyección en el Asia-Pacífico ubica a Brasil, obviando en cierto grado su determinismo geográfico, pero más centrado es sus relaciones espaciales, en la región geoestratégica del Mundo Marítimo Dependiente del Comercio y del Mundo Continental Euroasiático, punto de encuentro del poder global y que convierte al Asia-Pacífico en un reto para Brasil por su profundidad estratégica.

 

Referencias bibliográficas

Banco Interamericano de Desarrollo. (10 de enero de 2019). Suben exportaciones de América Latina y el Caribe, pero a un ritmo menor. Recuperado de https://www.iadb.org/es/noticias/suben-exportaciones-de-america-latina-y-el-caribe-pero-un-ritmo-menor

Brzezinski, Z. (1998). El gran tablero mundial. La supremacia estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Barcelona: Paidós.

Cohen, S. (1980). Geografía y política en un mundo dividido. Madrid: Ediciones Ejército.

Dorpalen, A. (1982). Geopolítica en acción. El mundo del general Haushofer. Buenos Aires: Pleamar.

Kelly, P., y Child, J. (1990). Geopolítica del Cono Sur y la Antártida. Buenos Aires: Pleamar.

Klare, M. (2001). La nueva geografía de los conflictos internacionales. 151-165. Recuperado de

Instituto Nacional de Estadisticas de Bolívia. (agosto de 2018). Pronunciamiento. Recuperado de https://www.ine.gob.bo/index.php/convocatorias-de-bienes-y-servicios/itemlist/category/175-agosto-2018

 

MacKinder, H. (2010). El pivote geográfico de la historia. Geopolítica(s), 1(2), 301-319. Recuperado de https://revistas.ucm.es/index.php/GEOP/article/viewFile/36331/35205

Mahan, A. (1950). Influencia del poder naval en la historia: 1660-1783. Bogotá: Imprenta de las Fuerzas Militares.

Ministerio de Comercio Exterior de Brasil. (2019). Acordo Mercosul UE: Países contemplados no acordo Mercosul-União Europeia representam cerca de 25% de toda riqueza mundial. Recuperado de http://www.mdic.gov.br/index.php/comercio-exterior

Ministerio de Defensa de Brasil. (2012). Libro Blanco de Defensa Nacional. Recuperado de https://www.defesa.gov.br/arquivos/estado_e_defesa/livro_branco/lbdn_esp_net.pdf

 

Morgenthau, H. (1985). Política entre las naciones. La lucha por el poder y la paz (6.a ed.). Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericana.

Travassos, M. (1978). Proyección continental del Brasil. México: El Cid Editor.

 



[1] Profesional en Comercio Internacional, magíster en Logística y Comercio Internacional y doctorando en Ingeniería de Proyectos y Sistemas. Profesora del Programa de Administración Financiera Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO, Centro Regional Girardot

. Correo electrónico: ypenarios@uniminuto.edu, https://orcid.org/0000-0002-6342-7410

[2] Administradora financiera, magíster en Administración con énfasis en Gestión y Dirección de Proyectos, profesora del Programa de Administración Financiera Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO, Centro Regional Girardot

Correo electrónico: idis.duarte@uniminuto.edu, https://orcid.org/0000-0003-2985-7369

[3] Profesional en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos, magíster en Relaciones Internacionales, estudios de primer año de Doctorado en Seguridad Internacional, líder de investigación del Programa de Administración Financiera Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO, Centro Regional Girardot Correo electrónico: mforero@uniminuto.edu. https://orcid.org/0000-0002-2699-8927

 

[4] Corredor Ferroviario Bioceánico Central, el cual conectará a los océanos  Atlántico y Pacífico, involucrando a Brasil, Bolivia y Perú. Este corredor ferroviario une el puerto de Santos en Brasil con el de Ilo en el Perú. El CFBC hace parte del proyecto IIRSA; ahorrará 25 días de trayecto hacia el Asia-Pacífico; a la ruta tradicional del Canal de Panamá, el trayecto empleará 42 días y 8 horas (4 días al interior del continente y el resto de transporte marítimo hasta el Asia-pacífico), con estaciones primarias y secundarias tanto para el transporte de personas (160 km por hora) y de carga (100 km por hora), capacidad bruta del ferrocarril de 4000 toneladas, desplazamientos de 2320 vagones halada por dos locomotoras y un total de recorrido de 1 8651 km desde Brasil, pasando por Bolivia, Perú y finalizando en el Asia-Pacífico.

[5] Morgenthau establece los siguientes poderes nacionales: la posición geográfica, los recursos naturales, la calidad de la clase gobernante, el profesionalismo de las Fuerzas Armadas, la población, la diplomacia, la educación e investigación, la moral nacional y el carácter nacional; y los considera como instrumentos que le permitirán a todo Estado lograr un desarrollo y crecimiento significativos (1985, pp. 131-200).

[6] El CFBC es un complemento a las carreteras transoceánicas del norte y sur del Proyecto de Integración de la Infraestructura de Suramérica (IIRSA) que recorre los Estados de Perú, Bolivia y Brasil. Esta iniciativa fue creada en el año 2000 como un proceso de integración regional política, económica y social, y que incluye la modernización de la infraestructura de esta parte del continente.