Abdías
Chávez Epiquén[1]
David
Raúl Hurtado Tiza[2]
Guillermo
Adolfo Sosa Macedo[3]
RECIBIDO: ENERO 8 2018
ACEPTADO: AGOSTO 3 2018
Resumen
El estudio se
propuso determinar la relación entre los factores afectivo-motivacionales y la
lectoescritura en niños de segundo grado de primaria. La investigación, por su
naturaleza, fue teórica; por su alcance, descriptiva, y por su finalidad,
cuantitativa; como método general se utilizó el método científico y, de modo
específico, el método descriptivo, con diseño descriptivo correlacional. Para
la muestra, se tomó de modo censal a 70 estudiantes del segundo grado de
primaria de la Institución Educativa N.° 64668 La Perla de Yarinacocha, provincia
de Coronel Portillo. Se utilizó la técnica de la observación con su instrumento
la guía de observación sobre las variables: factores afectivo-motivacionales y
lectoescritura. Se concluyó que existe relación directa entre dichas variables,
con un coeficiente rho de Spearman de 0.609, al 0.05 de significancia. Cuanto
mejor se desarrolle la afectividad, en la misma proporción, se desarrollará la
lectoescritura.
Palabras clave: factores
afectivo-motivacionales, lectoescritura
Abstract
The study was proposed
to determine the relationship between motivational affect factors and literacy
learning in children of the second grade of primary school. The research, by
its nature, was theoretical; by its scope, descriptive, and by its purpose, quantitative;
as a general method, it was used the scientific one, and in a specific way, the
descriptive one, with a descriptive correlational design. For the sample, 70
second-grade primary school students were taken in a census way from
Educational Institution No. 64668 La Perla from Yarinacocha,
province of Coronel Portillo. The observation technique and its instrument, the
observation guide, were used on the variables affective
motivational factors and literacy learning. It was concluded that there is a direct
relationship between these variables, with a Spearman’s rho coefficient of 0.609,
at a 0.05 of significance. The better the affectivity develops,
the more literacy will develop.
Keywords:
motivational
affective factors, literacy.
Introducción
La
afectividad es un componente indispensable en la formación emocional y
psicológica del niño, ya que su desarrollo se da en un ambiente de amor y
disciplina. El niño requiere de afectividad para crecer emocionalmente
saludable en la misma medida que precisa de alimento para desarrollarse físicamente.
La expresión
de los afectos como las emociones básicas en la infancia temprana es
considerada como la organización dinámica e innata de la conducta que tiene
funciones adaptativas para el mundo interno y externo.
En la
sociedad actual, prácticamente automatizada por los horarios laborales
absorbentes, que han conllevado a la sustitución de la presencia de los padres por
modernos equipos de televisión y ordenadores conectados a internet –las llamadas
niñera virtuales en la educación informal por muchas horas–, se ha formado un
estilo de crianza mecánica carente de afecto.
A la problemática
familiar, se suma el desequilibrio de la metodología del docente en el aula, al
priorizar más los procesos cognitivos que los factores afectivo-motivacionales.
Esto convierte el aprendizaje en una experiencia desagradable; como consecuencia,
trae el fracaso escolar. Lo más delicado de este desequilibrio es que el niño
comienza a crear una imagen muy deficiente de su persona, pues asocia la afectividad
con la inteligencia, al creer que es más querido el que más sabe, y que él recibe
poca o ninguna atención; incluso es tratado con dureza por el maestro en la
escuela y por sus padres en su casa. Esta descompensación repercute en la
conducta del “niño problema”, que comienza a causar toda clase de disturbios en
el aula por tratar de llamar la atención.
La afectividad
Alonso et
al. (2002) definen este concepto de la siguiente manera:
La
afectividad es un conjunto de emociones, estados de ánimo, sentimientos que
impregnan los actos humanos a los que dan vida y color, incidiendo en el
pensamiento, la conducta, la forma de relacionarnos, de disfrutar, de sufrir,
sentir, amar, odiar e interaccionando íntimamente con la expresividad corporal,
ya que el ser humano no asiste a los acontecimientos de su vida de forma neutral.
(p. 421)
Según
estos autores, “la afectividad confiere una sensación subjetiva de cada momento
y contribuye a orientar la conducta hacia determinados objetivos influyendo en
toda su personalidad” (p. 421).
De otro
lado, Valladares (2007) sostiene:
El
afecto es un factor ambiental que interviene en el desarrollo de la
inteligencia y las emociones, es decir el amor, el cariño, la estimación, la
comprensión, la tolerancia, la dedicación, el buen trato, la compañía, el
apoyo, la valoración, la orientación, el reconocimiento el calor humano que el
niño necesita recibir. (p 29-35)
Así
también, Pekrun (1992) señala:
Los
afectos forman parte importante de la vida del escolar y tienen una alta
influencia en la motivación académica y en las estrategias cognitivas (adquisición,
almacenamiento, recuperación de la información) y por ende en el aprendizaje y
en el rendimiento escolar. (p. 359-376)
Factores
afectivos
Los afectos
forman parte importante de la vida del escolar y tienen una alta influencia en
la motivación académica y en las estrategias cognitivas (adquisición,
almacenamiento, recuperación de la información, etc.) y, por ende, en el
aprendizaje y en el rendimiento escolar (Pekrun, 1992).
La teoría
sociocultural de Vygotsky pone el acento en la participación proactiva de los
menores con el ambiente que les rodea, siendo el desarrollo cognoscitivo fruto
de un proceso colaborativo. Lev Vigotsky (Rusia,
1896-1934) sostenía que los niños desarrollan su aprendizaje mediante la
interacción social: van adquiriendo nuevas y mejores habilidades cognoscitivas
como proceso lógico de su inmersión a un modo de vida.
De modo
mucho más preciso, estos factores son definidos como “estructuras mentales que
tienen componentes motivacionales, somáticos, expresivos, comunicacionales y
emocionales o sentimentales, así como componentes cognitivos” (Pekrun, 1992).
Para
Vigotski, el aprendizaje es una actividad social y no solo un proceso de
realización individual, como hasta el momento se ha sostenido; una actividad de
producción y reproducción del conocimiento mediante la cual el niño asimila los
modos sociales de actividad y de interacción, y más tarde en la escuela, además,
los fundamentos del conocimiento científico, bajo condiciones de orientación e
interacción social.
Factor
somático
Damasio
(1994) dice que el factor somático comprende el comportamiento del consumidor,
la forma en la que las emociones interactúan con la memoria y la atención,
influenciando así las respuestas ante productos y mensajes, basados en las
emociones y la razón.
Factor
emocional
Para Wundt,
citado por Linares (2009), la emoción es el resultado de un flujo de
sentimientos que se manifiestan a nivel fisiológico. Según Darwin, citado por
Chóliz y Tejero (1995), las emociones son mecanismos innatos de adaptación al
entorno. Los comportamientos ante las emociones aparecen como una repuesta a una
situación y varían en su naturaleza y estructura de acuerdo con la situación y
con el individuo; así, las más conocidas son aquellas que se corresponden con
emociones desagradables, pues son reacciones de urgencia que movilizan al
organismo para hacer frente a una situación amenazadora.
Factor
cognitivo
Linares
(2009), basado en la teorías de Piaget y Vygotsky, sostiene que el factor cognitivo
“es un proceso psicofisiológico, mediante el cual se recibe la información, se
procesa y se entrega un tipo de respuesta. Intervienen a su vez otros procesos
como: la percepción, la memoria, el razonamiento, la reflexión” (p. 2).
La
percepción. - Proceso mediante el cual el niño descubre, organiza e interpreta
la información procedente del medio externo y del medio interno.
La
memoria.- Es una función cognitiva, un proceso por el cual se adquiere,
retiene, registra, reproduce y se consolida una información.
Factor
expresivo comunicativo
La expresividad
o expresividad emocional (EE) es entendida como la capacidad de las personas
para expresar sus estados emocionales en conductas observables (Kring, Smith y
Neale, 1994). Esta capacidad resulta de vital importancia para un
funcionamiento saludable de los seres humanos, tanto en aspectos psicológicos
individuales como en ámbitos sociales (Dobbs, Sloan y Karpinski, 2007 p. 66).
La
lectoescritura
La
lectoescritura es un pilar básico en la vida de todo ser humano. No solo se
trata de una herramienta indispensable para acceder a los objetivos y
contenidos educativos, sino que es uno de los principales vehículos de la
cultura existente. La lectura y la escritura no solo permiten desarrollar la
competencia lectora, sino que, a través de las mismas, se establece una
estrecha relación con el resto de competencias básicas, especialmente con la competencia
para aprender a aprender y el tratamiento de la información y competencia
digital, permitiendo así la adquisición de la alfabetización mediática. (BOCYL,
2011). Y es que la lectoescritura constituye una estrategia y un proceso en nuestros
alumnos; como estrategia, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y como
proceso, para posibilitar la comprensión de textos. “La lectura y la escritura
son elementos inseparables de un mismo proceso mental” (Ferreiro, 2011, p. 15).
La
lectura
De
acuerdo a Valladares (2008), “la lectura es la facultad más importante que
tenemos los seres humanos, y que nos diferencia de los animales; la facultad de
pensar, la lectura interviene directamente en su desarrollo”. El autor refiere que hablar de lectura es lo mismo
que hablar de pensamiento o proceso del pensamiento, porque al practicarla,
reflexionamos, meditamos, creamos.
El
aprendizaje de cualquier lengua o idioma comprende el desarrollo de cuatro
habilidades lingüísticas, a saber: escuchar, hablar, leer y escribir. Considerar
este orden señala el camino natural que sigue la lengua en su desarrollo
(Valladares, 2008).
La
escritura
Nivel presilábico:
Este nivel comienza cuando el niño descubre la diferencia entre el dibujo y la escritura.
Cuando relaciona que el dibujo es la representación de las características del
objeto y la escritura es algo diferente. Al principio “escriben” empleando
garabatos y letras yuxtapuestas con una libre interpretación.
Etapa
intermedia: A medida que progresan, en este nivel surge una etapa intermedia de
aproximación al siguiente nivel. En esta etapa tratan de explicarse las
diferencias entre una palabra y otra, surgen así las primeras hipótesis que se
plantean.
Nivel
silábico: En este nivel, el niño fortalece su “conciencia fonológica”, comienza
la asociación entre sonidos y grafías; se pregunta por qué determinadas letras
son necesarias para “decir” una palabra y no otras. Para explicarlo, formula la
hipótesis silábica, que es el primer intento para resolver el problema de la
relación entre el todo (la cadena escrita) y las partes constituyentes (las
letras).
Nivel alfabético:
Es un período de transición, por lo que es una etapa híbrida en la que los
niños combinan la hipótesis silábica con inicios de la hipótesis alfabética.
Materiales
y métodos
La
investigación adopta una metodología según el carácter de la medida; es
cuantitativa debido a que demuestra una relación entre ambas variables con un coeficiente
de correlación. Según la profundidad, es descriptiva, puesto que describe las características
y el nivel de las variables para interpretar sus resultados. Según el alcance
temporal, es transversal, pues los instrumentos fueron aplicados en un solo
momento a la muestra. Finalmente, estuvo orientada a la descripción.
Se
contrastó la hipótesis y los resultados fueron usados para las conclusiones
acerca de la afectividad y la lectoescritura en niños de educación primaria. A
decir de Ander (1984, p. 124), “el método científico comprende un conjunto de
normas que regulan el proceso de cualquier investigación que merezca ser calificada
como científica”.
Según
Hernández et al. (2010), “el diseño de la investigación se define como una
estructura o una organización esquematizada que adopta el investigador para
relacionar y controlar las variables de estudio” (p. 221). La investigación es
de diseño no experimental, descriptivo correlacional de corte transversal. El
esquema es el siguiente:
O2
Donde:
M =
Muestra
O1 =
Observación de la variable 1: factores afectivo-motivacionales
O2 =
Observación de la variable 2: lectoescritura.
r =
Correlación entre las variables.
La
población objeto de estudio estuvo constituida por los niños de segundo grado
de primaria de la Institución Educativa La Perla del distrito de Yarinacocha.
La muestra estuvo conformada por los 70 estudiantes de dicho grado. La
selección de individuos se realizó a criterio del investigador de manera censal,
por tratarse de grupos ya establecidos.
La
confiabilidad para la variable factores afectivo-motivacionales, calculada
mediante el alfa de Cronbach, al 95 % de intervalo de confianza, arrojó un
coeficiente de 0.931, con una prueba piloto de 17 estudiantes. Para la variable
lectoescritura, el coeficiente del alfa de Cronbach, al 95 % de intervalo
de confianza, fue 0.773. Ambos, de excelente confiabilidad.
Resultados
Niveles
de los factores afectivo-motivacionales
Niveles de la variable 1: factores afectivo-motivacionales |
|||
Niveles |
Rango |
Frecuencia |
Porcentaje |
Muy deficiente |
15-29 |
0 |
0% |
Deficiente |
30-44 |
9 |
13% |
Eficiente |
55-59 |
45 |
64% |
Muy eficiente |
60-75 |
16 |
23% |
Total |
|
70 |
100.00 |
Observando
los datos de la tabla 1, de los 70 estudiantes del segundo grado de primaria,
16 (23 %) alcanzaron un nivel muy eficiente; 45 (64 %) presentaron un
nivel eficiente, y 9 (13 %) mostraron un nivel deficiente. Cabe señalar que
ningún estudiante presentó el nivel muy deficiente.
Tabla 2
Niveles de la variable 2: lectoescritura |
|||
Niveles |
Rango |
Frecuencia |
Porcentaje |
Mala |
11-33 |
0 |
0% |
Regular |
34-50 |
12 |
17% |
Buena |
51-67 |
36 |
51% |
Muy buena |
68-85 |
22 |
31% |
Total |
|
70 |
100.00 |
Como se
aprecia en la tabla 2, de los 70 estudiantes del segundo grado de primaria, 22 (31 %)
alcanzaron el nivel muy buena; 36 (51 %) presentaron el nivel buena, y 12 (17 %)
mostraron el nivel regular. Además, ningún estudiante mostró el nivel mala.
Tabla 3
Cálculo
del estadístico de prueba de hipótesis
Puesto
que t calculada es mayor que t teórica (6.98 > 1.96); r (0.609) ˃ 0.10,
y sig. 0.000 ˂ 0.05, se rechaza la hipótesis nula (Ho) y se acepta la hipótesis
alterna (Hi).
Se concluye
que sí existe una relación directa entre los factores afectivo-motivacionales y
la lectoescritura en los estudiantes del segundo grado de primaria de la Institución
Educativa N.° 64668 La Perla de Yarinacocha; es decir, x = tc (6.98) > t (1.96).
Discusión
La
investigación se planteó como objetivo determinar la relación existente entre
los factores afectivo-motivacionales y la lectoescritura en los estudiantes del
segundo grado de primaria de la I. E. N.° 64668 La Perla de Yarinacocha.
Se encontraron estudios que abordaron el tema; no en el mismo orden, pero aportaron
datos que fueron tomados como referencias.
En
cuanto a la variable factores afectivo-motivacionales, el 64 % de los estudiantes
del segundo grado tienen un nivel eficiente; es decir, reciben o sienten que
reciben afecto, se quieren a sí mismos y se llevan bien con los demás. Asimismo,
solo un 13 % alcanza un nivel deficiente, una cifra bastante baja, lo que
resulta alentador para los maestros y padres de familia. Según Pekrun,(1992), “los
afectos forman parte importante de la vida del escolar y tienen una alta
influencia en la motivación académica y en las estrategias cognitivas
(adquisición, almacenamiento,
recuperación de la información) y, por ende, en el aprendizaje y en el
rendimiento escolar”
Respecto
a la variable lectoescritura, el 51 % de estudiantes alcanzan un nivel
bueno y el 31 %, un nivel muy bueno. Vemos que más del 50 % de los alumnos
tienen desarrollado el proceso de lectura y escritura. Ferreiro (2011, p. 15)
sostiene que “la lectura y la escritura son elementos inseparables de un mismo
proceso mental”. Estos elementos, a nuestro entender, se desarrollan de manera
paralela mientras el niño va recibiendo otros estímulos. El mismo proceso de comprensión
requiere que el niño entienda lo que lee, por lo tanto, puede escribir lo que
entiende (BOCYL, 2011). Y es que la lectoescritura constituye una estrategia para
la enseñanza-aprendizaje, y un proceso que permite la comprensión de los textos.
La relación
entre las variables factores afectivo-motivacionales y lectoescritura,
utilizando la rho de Spearman, arrojó un valor de 0.609, el cual expresa una correlación
positiva media; en otras palabras, la correlación es directa. El nivel de
significancia del cálculo de correlación fue de 0.05, por lo tanto, la
hipótesis quedó comprobada, ya que el p-valor resultó = 0 en todas las dimensiones.
Esta
correlación no hace más que confirmar el vínculo entre las dos variables; así, cuanto
mayor sea la afectividad en el niño, mayor será también la lectoescritura, pues
será desarrollada de manera proporcional. Al respecto, Alonso y et al. (2002) sostienen:
La afectividad
es un conjunto de emociones, estados de ánimo, sentimientos que impregnan los
actos humanos a los que dan vida y color, incidiendo en el pensamiento, la conducta,
la forma de relacionarnos, de disfrutar, de sufrir, sentir, amar, odiar e interaccionando
íntimamente con la expresividad corporal, ya que el ser humano no asiste a los
acontecimientos de su vida de forma neutral.
Por
otro lado, Stevick (1980, p. 4) dice:
El
éxito en el aprendizaje de la lectoescritura depende menos de los materiales,
técnicas y análisis lingüísticos y más de lo que sucede dentro de y entre las personas
en el aula. Es decir, el éxito depende menos de las “cosas” y más de las “personas”.
En este
orden de ideas, es necesario resaltar que no deberíamos preocuparnos en proveerle
materiales costosos y bonitos a un estudiante si hemos dejado de lado la afectividad
humana. Toda estrategia en términos de aprendizaje debe acompañarse con cierto
nivel de afectividad.
López
(2012), en La incidencia de afectividad en el desarrollo del lenguaje oral en
niños de 4 a 6 años de la ciudad de Loja, estudió los casos de niños no expresivos,
que no hablaban con claridad y muy tímidos. Se promovió un programa de estimulación
afectiva en los parvularios, promoviendo un ambiente de afectividad. Como resultado
final, se comprobó que cuando los niños objeto de estudio recibieron un trato afectivo
de sus familias y de sus maestros y dialogaron más frecuentemente con sus
padres, incrementaron su expresión verbal y se mostraron más seguros de sí
mismos, y podían seriar y nombrar objetos con más facilidad. Por lo tanto, se
demostró que a mayor afectividad, mejores aprendizajes. La docencia es un
trabajo de humanos, de individuos que sienten, aman, aceptan y rechazan.
Conclusiones
Existe
relación directa y significativa entre los factores afectivo-motivacionales y la
lectoescritura en los estudiantes del segundo grado de primaria de la I. E.
N.° 64668 La Perla de Yarinacocha. Al 0.05 de significancia, el coeficiente rho
0.609 demuestra que a mayor afectividad, mayor desarrollo de la lectoescritura.
Existe
relación directa entre los factores afectivo-motivacionales y el nivel
presilábico de los estudiantes del segundo grado de primaria de la I. E. N.°
64668 La Perla de Yarinacocha. Al 0.05 de significancia, el coeficiente rho 0.462
demuestra que a mayor afectividad, mayor desarrollo del nivel presilábico.
Existe relación
directa entre los factores afectivo-motivacionales y el nivel intermedio de los
estudiantes del segundo grado de primaria de la I. E. N.° 64668 La Perla
de Yarinacocha. Al 0.05 de significancia, el coeficiente rho 0.462 indica que a
mayor afectividad, mayor desarrollo del nivel intermedio.
Existe
relación directa entre los factores afectivo-motivacionales y el nivel silábico
de los estudiantes del segundo grado de primaria de la I. E. N.° 64668 La Perla
de Yarinacocha. Al 0.05 de significancia, el coeficiente rho 0.436 demuestra
que a mayor afectividad, mayor desarrollo del nivel silábico.
Existe
relación directa entre los factores afectivo-motivacionales y el nivel
alfabético de los estudiantes del segundo grado de primaria de la I. E. N.°
64668 La Perla de Yarinacocha. Al 0.05 de significancia, el coeficiente rho 0.478
indica que a mayor afectividad, mayor desarrollo del nivel silábico.
Referencias
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Valladares, O.
(2007). Cómo formar niños lectores (1.a ed.). Lima: Editorial Mantaro.
[1] Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía / chavezabdi@yahoo.es, https://orcid.org/0000-0001-5589-5217
[2] Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía / dahuti_epe@hotmail.com, https://orcid.org/0000-0002-4718-9993
[3] Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía / gasmtv@gmail.com, https://orcid.org/0000-0002-3825-8280