Teoría de la inteligencia emocional de Goleman en el desarrollo de competencias ciudadanas
SOCIALIUM| Revista científica de Ciencias Sociales | e-ISSN: 2706-6053
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Estado por lo que el poco conocimiento de esta población respecto a las diversas normas, lo cual se
configura en una alta tendencia a quebrantarlas.
Otro aspecto de gran relevancia que se debe tener en cuenta es el relacionado con las consecuencias que
el desconocimiento y/o poca aplicación de las competencias ciudadanas, pues estos aspectos traen
consigo índices de gran significancia en tópicos como la violencia, y la delincuencia que, dicho sea de paso,
en Colombia son el pan de cada día. En torno a ello, Rodríguez et al. (2007) mencionan que “Los altos
índices de violencia, corrupción, impunidad, e inseguridad que presenta Colombia son la consecuencia de
la carencia de competencias ciudadanas que estamos presentando” (p.156).
Se hace necesario mencionar que para las personas resulta difícil controlar sus impulsos, máxime cuando
se encuentran en situaciones de estrés o alta exigencia, tal como se presentan en los contextos educativos,
donde se debe responder por infinidad de responsabilidades tales como entrega de trabajos, preparación
de exposiciones, presentación de informes y evaluaciones, entre otros, los cuales afectan la estabilidad
emocional y llevan al estudiante a la agresividad, estar a la defensiva y entrar en alto grado de irascibilidad.
Se percibe un significativo punto de convergencia entre las competencias ciudadanas y la inteligencia
emocional, pues el manejo de esta última, habrá de verse reflejado en la óptima interacción con el
contexto, llámese este personas, comunidades o medio ambiente, los cuales se verán influenciados de
manera significativa por estos, ya en un contexto más cercano y atendiendo el objetivo de la presente
investigación, debe mencionarse que los estudiantes de octavo grado de la Institución Educativa San
Francisco de Asís de Pamplona no son ajenos a la problemática en mención, máxime si se tienen en cuenta
algunas variables que inciden en ello. Tal es el caso del nivel socioeconómico de las familias de las que
provienen los discentes, la composición de sus hogares y el nivel académico de los padres entre otros.
En línea con lo anterior, ser ciudadano es de gran complejidad, pues se requieren habilidades,
conocimientos, actitudes y hábitos colectivos. De la misma manera, argumenta que las personas se hacen,
no nacen ciudadanos, por lo cual desarrolla habilidades y referentes. Asimismo, expresa que la gente
aprende a ser buen ciudadano en su familia, en su vecindario, con su grupo de pares y en el colegio,
haciendo énfasis en que la institución educativa no es solamente un lugar que prepara para la convivencia
sino donde es posible ejercerla, concluyendo que la convivencia no es sólo ausencia de violencia.
De otra parte, el presente artículo se justifica desde la perspectiva de que la interacción en los escenarios
educativos incide de manera directa en el desempeño académico, toda vez que genera confianza en los
estudiantes, a la vez que le permite actuar de manera natural, sin restricciones ni perjuicios. En
consonancia con lo anterior, la convivencia es considerada como una condición fundamental para
asegurar la calidad de la educación, pues el ambiente escolar adecuado estimula la concentración de los
educandos y la construcción de conocimientos más fácilmente.